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Madrid me emborracha

Una visita al Boñar (2)

sábado, octubre 25

21.00 de la noche. Argüelles. En la calle Andrés Mellado, un hambriento Jose Rodriguez se acerca, con el ánimo lleno y el estómago vacío, a dos tipos que, ilusos ellos, esperan pasar al ya comentado Rey de las Tortillas a recibir su dosis semanal de cerveza y carbohidrato.

Lo que sucede con las cosas que funcionan bien es que la evolución natural de ellas sea para mal. Estamos en España, y más concretamente en Madrid, esta ciudad de "Villa y Corte" donde, en muchas ocaciones, se deja ver la más rancia caspa castellana. Y ésta es mucha cuando afecta al folleteo y al gañaneo, dos de las funciones básicas del Ser Humano y por ende, dos campos de negocio.
Del folleteo hablamos otro día, porque lo que nos afectó ayer vino en el campo del gañaneo, en la "res vulga". Resulta que el dueño de El Rey, hostelero con solera, ha aprovechado un fenómeno que se ha dado en el antro en los últimos años: según las rayas de los peinados de la gente se iban torciendo hacia un lado d ela derecha, y según aparecían las pulseritas de España, los precios se han torcido, pero éstos hacia arriba. Sabia decisión por parte del viejo mesonera. Si los niñatos del CEU quieren bajar a la tierra, que paguen por ello. A mi me parece bien, pero no sucede lo mismo si tengo que pagarlo yo.
Así que, yo y mis dos pobres amigos, ávidos todos de desparrame cervecil. Nos encontramos con un antro petado de niñatos donde nos iban a clavar con gusto. Pensé (si, si) "estamos en una de esas situaciones en las que la violencia no arregla nada. Lástima". Y actué, y propuse: "chicos, este sitio apesta, vámonos al Boñar y asi lo conocéis"

Funestas palabras. Tras veinte minutos caminando y haciendo referencias caballerosas y de suma elegancia a la prima de uno de nosotros, llegamos al lugar. Yo ya sabía a lo que iba, ellos no. Quién haya visto "Abierto hasta el amanecer" puede imaginarse la escena: en vez de "chochos" se nos ofrecía cerveza y comida barata, a buen precio, aceptable. Así que, pasamos.

Tras unos pasos sorteando a los autóctonos, nos llegaron los primeros mensajes que nos debieron servir de alerta: "Hola chicos" desde la barra; "¿cuántos sois?" ante el Antro de la Bestia. Con júbilo y simpatía, respondí mientras me encaminaba hacia la sala principal. Tras viente minutos andando y sin haber comido, estaba feliz por llegar. Antes de pasar a la mesada que se abría a nuestra vista, un cochambroso parroquiano de bigote rancio amarillo y cara ajada por la ingesta de la baja calidad de los bienes en el Boñar consumidos, me sonrió mientras mirada, dejando ver sus únicos dientes caídos, perdidos en la negrura de su boca. Y en la de su alma.

"Al fondo a la izquierda" Vimos la mesa enclavada entre una principal y el rincón de la sala. Entramos en el Antro de la Bestia como Seth, Richard y el reverendo lo hacían en la Teta. Sólo que aquí si nos querían servir, de entrada. Así que tras ocupar nuestros sitios, vino el camarero: "Tres cervezas por favor". El tipo:


"así que queréis tres globos"

21.25 Nos sirven: primer estipendio gañanil. Tres jarras rancias de cerveza y unas alitas de pollo saladísimas y con limón por encima (???). El pelo que había en mi plato estaba por no ser yo cliente primerizo: una forma tan buena como otra de reconocerle a uno su veteranía.

Coruñés: "parece que estas alitas van a salir andando". Miradas a su falta de hombría. Comenzamos a tomar. Tras los piques y chanzas soeces la conversación continúa mientras observamos el paso lento de Ricardo y, poco después, su cara se torna roja y su palabra suelta y atrevida. Será la primera víctima.

Nos faltó para ver lo que se venía encima una Salma Hayek que se derramase cerveza por las piernas (casi que mejor) porque ya veíamos como la clientela del lugar empezaba a convertirse en entes demoniaco-gañanescos. Los comentarios bestialistas se extendían alrededor. Una gafapasta sentada en una mesa detrás de mi comenzó a reirse grotescamente mientras los sonidos de nuestro alrededor se convertían en ecos extraños. Ricardo empeoraba. Nosostros no queríamos, pero la esencia del Boñar nos hizo pedir más cerveza.

21.50 Segunda ronda: paella sin hacer, con arroz blanco y colorante en salsa amarilla que baña el fondo de un plato blanco como nuestras almas cándidas. El ambiente perfidioso del lugar nos está corrompiendo hasta el tuétano. Y su cerveza, pues el tamaño de las jarras de esta ronda es considerablemente mayor que la anterior. Reto a mis amigos: "No tienes HUEVOS a beberte eso de un trago". El coruñés, buen norteño, responde y lo consigue. Ricardo empieza a la vez que yo pero le corto para desconcentrarle. Sabia táctica. Reanudo mi afonamiento y la cerveza cae por mi gaznate. Ricardo no puede y acelera su descenso a los Infiernos.



¿Cómo que la paella está sin hacer?

22. 15 Tercera ronda: Un pescado de apariencia dudosa sería nuestra tercera tapa. ¿La sería? Coruñés y yo observamos como un abotargado Ricardo nos empieza a decir incoherencias

¿Qué decíais de mi prima?

Tras ver el pescado y la situación de Ricardo, Coruñés y yo pensamos: "hay que salir de aquí". Damos cuenta de nuestra cerveza lo más rápido posible mientras viene el Asmodeo del lugar a preguntar, esto es, el jefe. "Os falta algo". Nos faltaba el alma y la voluntad. A Ricardo más cosas. Pedimos la cuenta y pagamos, salimos rápido. No pensamos, no decimos nada. Sólo andamos, sólo nos retiramos. Rápido, sin mirar atrás. El Boñar nos ha vencido. Tres víctimas más: no nos teníamos en pie a la salida.


Publicado por Jose Rodríguez en 11:25 3 comentarios  

Etiquetas: Bareto, Comidaza

Madrid lluvioso

domingo, octubre 12


Ayer sábado padecí los horrores de una ciudad que se sincroniza para emborracharse.
Había quedado con una amiga que se puso enferma inmediatamente después de saludarme (así de feo soy), así que tuve que acompañarla a su casa (así de caballero soy).
Cuando llegábamos, se desató una tormenta de verano de esas que hacen que te des cuente de cuánta agua cabe entre el cielo y la tierra. Como soy pobre, ya que el viernes mi monedero fue asaltado por los que se llaman a sí mismos mis amigos, tuve que volver andando. Resultado: agua en los zapatos, hasta las rodillas, y el pelo empapado.
Quiero concretar. Volví andando hasta donde estaba mi bicicleta, que fue como media hora. Luego tenía que volver a casa en bici, para terminar de rematar la faena. Por suerte, cuando llegué al parking, casi
toda la lluvia estaba ya en la lana de mi jersey, así que caía poco. Sin embargo, la calle
estaba plagada de borrachos que andaban de un lado sin sentido para otro como en las peliculas de George A. Rom
ero. Realmente, me daban bastante pena. La lluvia a un borracho es como el taparle el hormiguero a las hormigas, que desconcierta y desorienta.
Y lo que más me alucinaba es que la gente se reía de mi. Cuando iba andando escuché a unas pijillas perder la cordura y gritar: corre, corre, que se me riza el pelo. Una vez en bici la gente me gritaba: Ole tus huevos, en bici con la lluvia. También: ¿Estaría mejor si no lloviese, eh?. Y las típicas: Induráin, qué tonto eres, en bici y está lloviendo.
Yo solo podía pensar una cosa... ¿No se estaban mojando ellos lo mismo que yo? ¿Acaso en la acera llovía menos que por la calzada? ¿No llegaría yo antes que ellos a casa y podría sentarme? Eran las cuatro de la mañana, y desde Sol a Cibeles se tarda casi veinte minutos si se va dando tumbos, de ahí esperar hasta quince a que venga el autobús, y que nos lleve a nuestra parada, de ahí andando. Yo estaba mucho antes en la cama, calentido.

Publicado por n.S. en 18:57 0 comentarios  

Etiquetas: Otros

Algunos datos sobre el consumo de Cerveza

sábado, octubre 11

Datos sacados de la página en donde compramos nuestro kit de cerveza: http://www.cervezasdelmundo.com/

Con quién disfrutamos de la cerveza:
La cerveza es una bebida social y el 29% la disfruta con su pareja, mientras que un 26% lo hace con amigos. Los Británicos son los más románticos, ya que un 38% bebe con su pareja. A los daneses y los belgas les gusta beber en grupos grandes, ya que lo hacen en un 9% de las ocasiones. Beber cerveza en grupos mixtos es el doble de popular que hacerlo con personas del mismo sexo (38% y 15%). Los polacos (96%), rumanos (94%) y belgas (91%) son los que menos cerveza beberían solos. Y a los que más les gusta beber en solitario son los holandeses, con un 21%, los franceses, un 18% y los rusos, un 15%.

Lugar de consumo:
Los españoles destacan al ser los que más beben en pubs o cervecerías, un 81%. Y los italianos, contrariamente a lo que se piensa en cuanto a que beben mucho vino, son los europeos que más cerveza beben en los restaurantes, un 45%, casi el doble de la media europea. Sin embargo, la media europea prefiere consumir la cerveza en casa (un 83%) antes que en restaurantes o pubs (un 63%). Y cuando no bebemos en nuestra casa, lo hacemos en casa de nuestros amigos: un 76% de los europeos beben en casa con más regularidad que en casa de otros amigos, donde lo hacen un 37%. Los daneses son los más sociables, un 64% beben con mas regularidad fuera de casa. Los menos sociables los checos, un 17%. También destacar que en Bélgica y Polonia se bebe más en los eventos deportivos (campos de fútbol, etc) que en bares o restaurantes.

Días de consumo de la cerveza:
En cuanto a los días de la semana preferidos para beber cerveza, los españoles son los que más beben entre semana. También, son los que lo hacen con más frecuencia, pues un 33% de los europeos lo hacen 2 ó 3 veces a la semana, mientras que un 31% de los españoles lo hacen casi todos los días de la semana. El sábado es el día que más se bebe en Europa de media, con un 49%, mientras que el lunes, con un 28%, el que menos. Destaca Suecia, donde los domingos sólo beben un 17%.

Horas en las que consumimos la cerveza:
La pregunta que se hizo era, en un día típico de trabajo, ¿a qué hora te tomas la primera y última cerveza?. La respuesta media fue la primera a las 18,08h y la última a las 22,10. Destacan los daneses, como los primeros que van al pub, a as 16,41h, y los últimos los holandeses, a las 19,19h. La última cerveza, se la beben antes los franceses, a las 20,33 y los últimos, los alemanes, a las 22,59. Los españoles toman la primera alrededor de las 17,46h y la última a las 21,05h. Curiosamente, también son los daneses los que todavía toman cerveza al mediodía, casi un 24%, seguidos de los checos y los españoles, con un 17%. De media, sólo uno de cada diez europeos beben cerveza al mediodía.

Publicado por Dain en 23:44 2 comentarios  

Etiquetas: Cerveza, Datos

Mujeres y Cerveza

domingo, octubre 5

Nota introductoria: como decimos a lo largo del texto varias veces, en el momento en que nos dio por plasmar estas ideas el nivel de alcohol en nuestra sangre ya era notable. Avisamos de que no hay que tomárselo en serio, ya que además de borrachos estábamos bastante de coña, así que si al leerlo alguien empieza a pensar en nosotros como dos memos machistas, que sepa que la realidad difiere mucho de esa idea. Si al final lo publicamos es para que se vea el efecto del alcohol en nuestra capacidad de discernimiento, y qué coño, que al verlo al día siguiente sorprendía lo, al menos estructuralmente, decentemente escrito que estaba teniendo en cuenta cómo acabamos esa noche. Ahí va:


Escrito conjuntantemente por n.S. y Dain en estados de ebriedad. Y cuando decimos conjuntamente, es a la vez, pasándonos el teclado de uno a otro.

Las mujeres son... lo que son. No entiendan aquí algo que nosotros (no) queramos decir [espacio en blanco]. Es sólo que... bueno, nosotros somos hombres, esto es, no somos mujeres. Sabemos que es una idea redundante, pero, sencillamente, es así.

¿Por qué escribimos esto? Para que la gente lo entienda (pese a no creer que lo consigamos). Hay cierta relación entre el alcohol y las mujeres (bueno, aclaremos, entre el alcohol y NO conseguir a las mujeres; si folláramos todos los días juramos que seríamos abstemios). Así que nos hemos propuesto dilucidar cuál es tan complicada relación, por aclararla para nosotros mismos y darla a entender al mundo.

Hemos de aclarar que uno de nosotros es psicólogo. Y el otro psicótico. Pero, vaya, que ambas cosas sirven para lo mismo en cuanto a universo mujeril se refiere, esto es, NI PARA TOMAR POR CULO. El entender la psique humana es una cosa, pero de ahí a poder entender siquiera a una sola mujer, la más simple de entre todas las que puedas encontrar, hay un auténtico abismo. Pongamos un ejemplo: nadie entiende de dónde venimos (cósmicamente), ni a donde vamos (cósmica y literalmente), y no parece entrañar un problema. Lo tomamos como dogmas de fe; el MISTERIO de las mujeres es también incomprensible para nosotros, pero... ¿cómo nos lo tomamos?.

MAL, MUY MAL, evidentemente, sino no estaríamos haciendo el capullo escribiendo a estas horas sobre este tema, bebidos, como ya hemos aclarado antes. Nosotros lo intentamos, JURAMOS QUE LO INTENTAMOS, JARRRRLLL, pero no somos capaces.

Al meollo de la cuestión: expongamos nuestros casos. No, mejor no los expongamos. Como sea, que quede claro que no somos capaces de comprender a la mujeres. Para ellas el no y el sí son lo mismo. En eso radica la principal cuestión. Nuestro cerebro, racional, trata de entender un sí cuando oímos un sí, y viceversa. ¿Por qué ellas se empeñan en lo contrario?.

También está el nocivo efecto que producen en nuestro desempeño intelectual. A uno de nosotros, aunque probablemente a ambos, cuando una mujer le resulta lo suficientemente interesante como para fijarse de verdad en ella, se vuelve gilipollas. Así de sencillo. Gilipollas. Se le trastoca el equilibrio químico del cerebro. Dopamina, serotonina, acetilcolina, nosotros qué coño sabemos. Eso no tiene explicación neurológica posible.

Vamos, que básicamente escribimos esto porque ya vamos cocidos y estamos buscando una forma de descargar nuestra testosterona contenida. Ambos en nuestra vida hemos tenido, y tenemos...

fRUSTACIÓN+aLCOHOL=bLOG'S pOST

P.D.: creemos que al final, no hemos aclarado nada.

Publicado por n.S. en 0:52 1 comentarios  

Etiquetas: Locura

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