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Madrid me emborracha

La Taberna del Arte

sábado, junio 27

En ocasiones nos ocurre que, por una u otra causa, nos encontramos dando vueltas buscando un lugar en el que poder tomarnos una cerveza. Son días en los que o bien no nos convence nada de lo que vemos o, simplemente, andamos andamos y andamos hasta que acabamos hasta las pelotas de nuestra propia indecisión y nos metemos en el primer antro que pillamos.
El local que paso a comentar ahora fue descubierto más o menos en estas circunstancias. Fue una de esas noches en las que, por nuestro afán investigador, llevábamos los deberes hechos de casa y teníamos apuntado en uno de mis cutre-mapas una X indicativa de grandes cervezas y gran comidaca que ingerir. Tras un viaje que nos dejó con las reservas de nuestro particular gasoil bajo mínimos, encontramos el lugar. Cual fue nuestra sorpresa cuando vimos que... todo estaba limpio. Lo que nuestros ojos veían no se correspondía con lo que uno espera encontrarse en un sitio que se supone destaca por sus enormes salchichas. El caso es que... bueno, además de limpio estaba muy lleno y decidimos arriesgarnos en otro lado.
No conocemos la zona de Cuatro Caminos demasiado, entendiendo por conocer "saber donde hay bares que estén bien", así que nos encomendamos a la Diosa Fortuna para acabar con nuestras gargantas en algún antro decente. Y así fue como encontramos La Taberna del Arte, ya que n.S., que, de los 3, es el que menos probabilidades tendría conduciendo de esquivar a algún pobre gato debido a su deteriorada, por los años y el alcohol, vista, fue quien atisbó la existencia de este, por otro parte, nada discreto rincón.

Lo cierto es que tuvimos muchas dudas acerca de si pasar o no...

La primera impresión no fue la mejor. ¿Nosotros en un sitio "torero"?, ver para creer. Antes de entrar lo primero que vimos es que esa noche había actuación flamenca, y al entrar un capote y el retrato de Camarón. Acojonante.

Ozú, que arte mi niño...

Bueno, pero nosotros no íbamos para deleitar nuestro sentido de la vista o del oído. Nosotros íbamos a lo que íbamos, a comer y beber. Con las cañas, siendo éstas de un precio estándar para lo que es Madrid, una más que decente tapa, si bien a la cuarta y última ronda ya no le acompañó nada. Y en lo que respecta a la carta de ingestas alimenticias, por un lado estaban las raciones, de suficiente variedad y de precio no abusivo, y por otra las tostas, que podéis ver en la foto:

Sí, a la camarera le hubiéramos hecho un favor... aunque no salga del todo bien en la foto...

Al final pedimos una tosta de gulas con ajitos (aunque yo quería la de buey...) y una ración de patatas ali-oli. La tosta 2.80 y las patatas no superaron los 5 euros. La tosta estaba cojonuda y daba de sobra para ser devorada por dos personas. Las ali-oli simplemente fueron las mejores que he probado en mi vida (en serio, estaban muy buenas, y en la mayoría de los sitios dan bastante asquete), con una abundante bandeja de patatas gajo bañadas por la suave pero sabrosa salsa blanquecina correspondiente. Desde luego, nos quedamos con ganas de seguir comprobando si el resto de platos ofertados merecían tanto la pena como lo que acabamos enguyendo.

En definitiva, salimos bastante satisfechos. Cuando nos quedaba poco para acabar fue cuando comenzó en el piso bajo la actuación que habíamos visto en el letrero de la entrada, por lo que si alguien que lea ésto es además fan de ese tipo de música, pues ya sabe dónde puede ir. Pero vaya, que no es nuestro caso, así que no entraré a valorar esa parte.


C/ María de Guzmán Nº8

Publicado por Dain en 23:16 2 comentarios  

Etiquetas: Bar, Comidaza

Korpiklaani

jueves, junio 25

Ejem... sí, últimamente escribimos poquito sobre bares. Pero que conste que durante estos últimos meses no hemos estado perdiendo el tiempo, sino que nos hemos estado documentando con vehemencia sobre el tema principal de este blog, y en breve iremos publicando reseñas de diversos antros de nuestro amado y orinado a partes iguales Madrid. Así que, si nos hemos tocado un poco los cojoncillos, no ha sido por falta de posibles artículos.

Por mi parte, para ir volviendo a coger la práctica de la creación de entradas, cuelgo un par de vídeos del grupo finlandés Korpiklaani. Atentos a las letras, toda una declaración de intenciones.


BEER BEER (el del principio no somos ninguno de nosotros, ¡lo juramos!)



From evening to morning
And morning to evening
I wanna drink
Something stronger than a man
From evening to morning
And morning to evening
I wanna drink
Cause that's what I am
Beer, beer
I want beer
From beer I get really drunk
Beer, beer
I need more beer
So much I pass out
For beer I'm working
For beer I'm fighting
For beer I'll do
Whatever I have to
When drunk I'm talking
When drunk I'm joking
When drunk I can be as I've
Always wanted to be


VODKA



Vodka, you're feeling stronger
Vodka, no more feeling bad
Vodka, your eyes are shining
Vodka, you are the real MAN
Vodka, wipes away your tears
Vodka, removes your fears
Vodka, everyone is gorgeous
Vodka, yeah vodka

[Chorus:]
Drinking is good for you, soon you are unconstrained
Drinking is good for you, here comes the womanizer
Drinking is good for you, not anymore lonesome
Drinking is good for you, and you will feel awesome

Out of respect for nature, our vodka and drinkers.
Promising, that the vodka we reserve, is as pure as it was thousands of years ago


BRING US PINTS OF BEER



De ésta no he encontrado la letra, pero no se entiende mal.


Así que, ya sabéis cabrones, ¡cerveza y vodka!

Publicado por Dain en 16:51 0 comentarios  

Etiquetas: Locura, Otros

Madrid sin atmósfera

martes, junio 2

No, no es que los niveles de contaminación hayan llegado a niveles estratosféricos.
Dice la NASA (y al decir esto me siento como diciendo "dice Cide Hamete Benengeli"), que el mejor puesto para ver las estrellas es en la cara oculta de la Luna.
¿Por qué? Por varios motivos. El primero es que se necesita un puesto de observación en un astro sin atmósfera, por el efecto de difusión de la luz. De ahí la Luna, que no tiene atmósfera.
El segundo es que para la observación del espacio profundo las interferencias de los aparatos de la Tierra son muy molestos. Imagináos tratando de ver las estrellas con rayos laser cruzando por vuestra mirada, muy incómodo.
Ahora bien... Supongamos que hay una invasión zombi. Los aparatos dejarían de funcionar rápidamente. Y que para acabar con la invasión se utilizase fuerza nuclear, lo que destrozaría la tierra y muy probablemente la atmósfera (v. Mátrix). No habría que irse a la cara oculta de la Luna, sino que desde la Tierra se vería todo muy bien. Pero ahora bien, los supervivientes se han ido a la Luna y han empezado una guerra que ha partido la Luna en varios trozos.
Bajo esta idea, he hecho un fotomontaje de cómo se vería el cielo desde un Madrid devastado y postapocalíptico. Espero que os guste. Lo único que no me cuadra son las nubes...


Publicado por n.S. en 14:01 0 comentarios  

Etiquetas: Otros

Platonov y S. Agustín

miércoles, mayo 27

Esto va sobre la bastardía otra vez, y como siempre, para el que no entienda este post....



Platonov... qué decir?
Platonov es una obra de Chéjov. Pertenece a su juvenalia, u obras que escribió en su juventud bellaquesca. Intuyo que fue un gran burlador de mujeres y un bellaco. La obra en concreto va sobre un tipejo que se dedica a destruir la vida de mujeres, sin ningún objeto que no sea propagar la infelicidad sobre los campos eslavos, como quien tira semillas de girasol en la siembra de la era. El caso es que el protagonista, Platonov, es el GRAN BASTARDO que se dedica a ello, a la destrucción no solo de la moral implantada, sino de todo lo loable y digno.

Platonov, da bastard.


San Agustín... qué decir?
Muy reseñable es el que a la vez me esté leyendo un "best seller eterno", según reza la sinopsis: las Confesiones de San Agustín. San Agustín era no solo un crápula, no solo un hereje, no solo un desviado... era el mayor HIDEPUTA que hubiese visto el mundo hasta el momento. Creo que no se hubiese ni dignado a entrar en el Lozano, en el Boñar, u otros antros que nosotros frecuentamos, por la alta estima en la que tenía a su bastardía.
Hasta que se convirtio; luego fue un coñazo el resto de su vida, irremediablemente. Eso es el cristianismo mal entendido. Pero vamos, ya había tenido un hijo a los 15 años, y luego otro (llamado Adeotato, Dios te lo ha dado como para sacar a colación la pasti del día después), había sido ludópata, aficcionado a las luchas de gladiadores (donde, recordemos, la gente se mataba a cuchilladas delante del público enardecido), el peor género de teatro, la astrología, la fornicación sin matrimonio, el maniqueísmo, etc. Un figura, vamos.


San agustín, mirándole lascivo el culito a un niño

Publicado por n.S. en 1:21 1 comentarios  

Etiquetas: Locura

La Bastardía no me ha dejado escribir.

miércoles, abril 15

La bastardía no me ha dejado escribir durante más de un mes: es así. No he escrito porque mi moral ha degenerado hasta el punto de congelación. Pido disculpas a mis lectores, si es que tengo alguno. A los demás me imagino que les da igual.
Sí, la bastardía se ha enseñoreado de mi alma, si es que también tengo alguna, y, unido a ciertas cuestiones que no se pueden escribir en un blog público, no he escrito nada. Ahora estoy preparando un post que narre nuestras descomunales y tremendas aventuras en Rumanía; sin embargo, mientra tanto, y como demostración empírica de la bastardía que inunda mi persona, propongo que los que lean esto introduzcan "bastardía" en google images y vean cuál es la séptima imagen.
Nos vemos muy pronto.

Ea, ea

Publicado por n.S. en 17:23 3 comentarios  

Etiquetas: Locura

El café de Sherezade

lunes, abril 13

Santa María, 18
Si uno busca un ambiente relajado en Huertas para tomar un café o un té cualquier tarde, no puede dejar de visitar el Café de Sherezade. Bajo tan tópico nombre está una de las teterías más conocidas de Madrid. Quien más y quién más ha estado u oído hablar de ella alguna vez.
La decoración del lugar llama al sosiego: poca luz y objetos exóticos adornan el revestido pintado de las paredes, con motivos geométricos. Las mesas, pequeñas pero funcionales para las butacas, ofrecen una mayor comodida si uno consigue sentarse en los codiciados cojines. A menudo ocupados. Rompe un ambiente monótono y tranquilo la música excesivamente alta que ponen por las noches. El café de Sherezade está en el epicentro de Huertas, y en un proceso de osmosis esta tetería ha ido adquiriendo pautas de funcionamiento de los locales de alrededor.
Uno es la música. El otro el precio. El lugar es bastante para lo que ofrece. Los tés rondan los 3 euros. El problema es que se limitan al vaso donde se sirven. En otros lugares el dispensamiento de la tetera te da más cantidad y la posibilidad de racionar la infusión. Por ende, estás más tiempo y gastas menos. De los precios de cervezas o refrescos, mejor ni hablemos.
El "plato estrella" del local era su shisha de alcohol. Durilla incluso para las gargantas más recias, se podía la pegada del licor en la laringe cada vez que aspirabas. Daba para horas además, por lo que era la excusa perfecta para pasarse una tarde charlando distendidamente. La shisha sin alcohol daba el mismo servicio, pero sin tanto picor de garganta y durando un poco menos.
Hablo en pasado porque, desde hace algún tiempo, en este lugar se han visto subidas de precios acompañadas de un empereoramiento de la oferta. "Antes los tés, no sé, estaban mejor" y "esta cachimba ya no tira como antes"; cosas que muchos amigos han dicho en las últimas veces que allí hemos ido.
Por ceñirnos a lo que nos interesa: shishas con o sin alcohol. Antes yo la recomendaba siempre "sin", bastante sabor a un precio menor. La suavización de ésta hace que tengas que pedirla con alcohol. EL sabor del tabaco depende del tía, de los típico de fresa y manzana, he pasado a probar allí los tutti frutii o plátano, menos frecuentes. En cuanto a tés, pidan el rojo en invierno y otoño y el de pétalo en verano y primavera. Éste último tienen un sabor fresco y frutado muy agradable.
El servicio: Llevo yendo 5 años y siempre he visto pasar a muchos camareros. Hay dos tipos que son fijos. EL primero, un hombre mayor, enjuto y menudo, agradable en el trato y espabilado en el negocio. El segundo, un camarero alto rubio y elfuno, parecido a johnny winters según muchos. Más rancio, taciturno y arisco que el primero.
Recomendaciones finales: vayan por la tarde, el sitio es más tranquilo siempre antes de las 23.00 p.m. No es que por la noche el lugar esté mal, sino que pierde bastante encanto. El volumen de la música y el gentío hace que muchas veces no puedas escuchar ni al que tiene al lado. Si pueden, busquen sitio en el fondo, tras las escaleras. La elección de la shisha la dejo libre, a mi me molesta especialmente que tengan poco sabor o duren un tiempo escaso. Bebida: té de pétalos.

Publicado por Jose Rodríguez en 11:03 0 comentarios  

Etiquetas: Tetería

O´Toxo

sábado, abril 4

Hace unas semanas la página Metropoli de la web de el periódico El Mundo sacaba un articulillo acerca de locales donde comer a base de cañas; esto es, a base de las tapas que te ponen gratuitamente al pedir una cerveza.
Tras llegar a nuestras manos dicha información, decidimos, en pos de nuestro afán investigador, acercarnos a aquellos locales en los que no nos habían visto aún beber como cosacos (aunque lo cierto es que la mayoría nos resultaba cuanto menos familiares, y al menos en la mitad de ellos ya nos habíamos “cogorciado” alguna que otra vez).

Y éste del que ahora hablaremos no es una excepción, aunque sólo en un tercio. Uno de nosotros ya había dejado su particular huella en él, pero en circunstancias muy diferentes a aquellas en las que nos presentamos el par de veces que nos hemos acercado desde entonces.
La localización de este bar no es excesivamente buena para salir de cañas. Se encuentra a una “ligéramente incómoda distancia andando cuando se tiene hambre” desde Legazpi, y cerca suya apenas hay nada destacable. Así que si uno se acerca allí, ya puede aprovechar y tirarse su buen tiempo vaciando vasos en este gallego.

Las cañas, las dobles cañas, los tercios... pues todo está a un precio normal. Vamos, que cuando hemos ido no es este punto el que nos ha llamado la atención. Tanto es así que... no tengo la menor idea de cuánto cuesta cada cosa, salvo las cañas, que son a 1.20 (gracias Metropoli...). Creo que la última vez nos pedimos 3 cañas y 9 dobles y nos cobraron unos 21 o 22 euros, pero no estoy muy seguro. Pero vaya, que lo dicho, ni barato ni caro, se adecúa a los parámetros estándar de la región.

Aunque... el artículo al que he hecho mención hablaba de otra cosa... ¡ah sí!, ¡comer a base de tapas!

Nos han servido una amplia gama de racioncillas cuando hemos ido. Desde unos hermosos y suculéntamente grasientos choricillos hasta un platito con 2 langostinos por cabeza pasando por buenos platos de patatas con carne u otros menos agradecidos de boquerones a la vinagreta con aceitunas. Lástima que en nuestras incursiones no hayan tenido el detalle de soltarnos un pedazo de la aparentemente cojonuda empanada que preparan (aunque n.S., que es el que ya conocía el sitio, dice que no es para tanto... pero tenía buena pinta). En ningún caso hemos pedido ninguna ración que debiérase luego ser abonada, y hemos salido “estomacalmente” satisfechos en nuestras dos visitas.
Así que... bueno, el sitio está bien. Suele acabar llenándose y, al ser ligeramente angosto, se hace difícil acomodar el trasero, e incluso poder estar tranquilo. Pero se bebe y come bien por poco dinero, y el género parece ser más que decente. Vamos, que es un buen local, lástima que esté a tomar por culo de todo...

Ahí, en medio de la nada el pobre...

C/ Bronce nº 35

Publicado por Dain en 0:04 2 comentarios  

Etiquetas: Bar, Comidaza

Miyama Castellana

lunes, marzo 30



Este restaurante, primo hermano (o algo similar) del Miyama de la calle Flor Baja, abrió sus puertas a principios de este año en Madrid. Ante la tesitura de querer invitar a una amiga a un japonés en Madrid, y moviéndome exclusívamente por mi instinto (que no siempre me lleva a acertar) decidí acudir a este local. Lo cierto es que la decisión fue dura, pues en otra página de la que soy asiduo he podido leer opiniones de gente que parecía saber muy bien de qué hablaba y que ponía por las nubes a otros japoneses de esta ciudad; y de éste apenas había encontrado un par de breves referencias por internet.
Pero, lo dicho, era mi instinto contra mi racionalidad, y en mi persona suele ganar el primero.

Aclararé aquí que no soy un asiduo a los japoneses, y por tanto mi crítica debe ser tomada como la de un pseudo-novatillo que gusta de vez en cuando de disfrutar de este tipo de comida. Así que imploro comprensión ante las posibles barbaridades que pueda escribir a continuación.

Yendo a lo que es el sitio en sí, he de decir que salí bastante conforme de la cena. Mi acompañante y yo pedimos los siguientes platos: Tempura de langostinos, bacalao negro (guindara), un surtido de 7 tipos de sashimi y varios nigiri sushi.
La tempura, a mi gusto, bastante destacable. La ración incluía 7 piezas, fueron XX euros. Siendo basto diré que eran "bien hermosas las jodías".
El bacalao negro merece desde luego ser pedido. No recuerdo exactamente cual era el nombre del plato, pero estaba cocinado a la plancha y venía acompañado de un par de pimientos de padrón (que afortunadamente no picaron). XX euros. (Ojo a lo frikesko del asunto, mi amiga y yo coincidimos en que el plato sabía a croqueta de atún. Acojonante.)
El surtido de 7 tipos de sashimi estaba presentado en una fuente bien llamativa. Un gran bol relleno de hielo y decorado con diferentes piececillas, todo muy cuco. Como no sabíamos exactamente qué tipo de pescado era cada bocado, le preguntamos a uno de los camareros, que, como tampoco estaba muy seguro, pidió ayuda al encargado y éste se prestó amablemente a indicarnos. Salmón, Toro, Atún, Pez limón, Buey de mar, Gamba roja y... no recuerdo el otro. El Toro cojonudo, se derretía en la boca. XX euros.
Los nigiri sushi que pedimos fueron de: Toro (Xe), Anguila (Xe), Vieira (Xe), Langostino crudo (Xe) y Salmón (Xe). El de Vieira era una jodida delicia. Comentar que en vez de salmón en un principio pedimos erizo de mar, pero por un problemilla que tuvieron la semana pasada no pudo ser.



Poder ver cómo te preparan el sushi siempre se agradece

De postre comimos haromaki de chocolate y tempura de frutas. Ambas correctas.
La carta de vinos estaba bien, y más para alguien como yo que no sabe de vinos. Acabamos pidiendo un Naia 2007 (D.O. Rueda), aunque el encargado nos recomendó al oírme un Naiara, que no acabé pidiendo básicamente porque ya no tenía la carta delante y temía que la recomendación saliera muy cara.
Con el postre nos sirvieron por cortesía de la casa una copa de vino reforzado.
Ah, se me olvidaba, Kirin Ichiban de barril como cerveza. Yo ya la conocía y a mí personalmente me gusta, así que perfecto.

El servicio estuvo atento todo el tiempo y en ningún momento se olvidaron de nosotros. Quizá influyó que sobre todo al principio, por ser un poco pronto, no había mucha gente, pero conforme pasaba el tiempo el local fue recibiendo más clientela y no notamos mucha diferencia. También he de decir que en lo relativo a la apariencia, quedé bastante conforme. La decoración me resultó bastante sobria, sin estridencias, destacando la madera sobre otros posibles elementos.

La cuenta finalmente ascendió a XXXeuros, lo cual fue quizá un poquillo más caro de lo que en principio esperaba. Pero quedé bastante satisfecho, y supongo que eso es lo más importante. Bueno, miento. Mi acompañante también pareció quedar bastante satisfecha, y eso sí que era lo más importante.
Como he comentado antes, acudí al restaurante sin saber muy bien qué me iba a encontrar, pero no a ciegas completamente. Miré antes la carta del otro Miyama, suponiendo que sería parecido. Y, efectivamente, hay varios platos que se encuentran en ambos locales, pero también otros que no. Por ejemplo, yo iba pensando en pedir el Dragon Maki, pero no pudo ser.
El Miyama New Style Sushi sí que estaba, pero yo soy de los que lo prefieren a la antigua usanza.
Hablando estrictamente de la carta de sushis, he de decir que no es excesivamente amplia. Unos 12 tipos creo recordar, cuando, por ejemplo, creo que en otros restaurantes como el Kabuki cuentan con unos cuantos más (que era uno a los que pensé en ir, pero que finalmente descarté, no sé muy bien cómo). Pero, ciñéndome a la calidad del pescado, no tengo ninguna queja. Es más, todo son alabanzas.

Y poco más puedo decir. Habría hecho fotos a los platos, pero, sinceramente, me daba un poco de vergüenza.
En resumen, abreviando mucho mucho, pues que recomiendo visitar este local.

Nota: esta crítica la escribí para la página 11870, pero aquí no quería que salieran los precios. Para verlo sin "censura" dirigirse a esa página. Menos tú, que no quiero que los veas.

Publicado por Dain en 13:50 2 comentarios  

Etiquetas: Restaurante

Guía de teterías en Madrid

sábado, marzo 7

Uno de los efectos más notables y beneficiosos de lo que ahora se llama "globalización" es la importación de ciertos hábitos y costumbres de culturas ajenas a la nuestra occidental. Un fenómeno que destaca de esa nueva particularidad que salpica todos los rincones de Madrid es la proliferación de las llamadas teterías.

Una tetería no sólo es un lugar donde tomar tés. Y muchas veces estos locales no destacan por la variedad de estas infusiones. Igual que en una whiskeria puedes hacer cosas más variadas que tomar whisky; una tetería ofrece más que té. La mayoría destacan por el ambiente distendido y, a menudo tranquilo y afable, que en general puedes encontrar.

Digo en general porque algunas de ellas tienen espectáculos en directo, o sencillamente, tratan de mimetizar su ambiente al de otros locales de la zona donde se ubican. Véase Huertas. Sin más perífrasis: el producto estrella de una tetería son las cachimbas. No hay que confundir este artilugio, la cachimba, con el producto que contiene: ghila, shisha, hookah...y que es ofertado. Una cosa es una cachimba y otra distinta una shisha, esto es: una cachimba lista para ser usada. La cachimba es el continente y la shisha el contenido.

Y digo que es el producto estrella por algo sencillo: la mayoría de la gente va allí a consumirlo. Tés hay en muchos sitios, shishas no. Esto es así hasta el punto de que en muchos sitios no te dejan consumir nada si no pides una de éstas. Este blog va a dar comentar en las próximas semanas alguno de tantos sitios que hay por Madrid para degustar el suave sabor del tabaco almizclado y el disfrute de esta oriental costumbre.

Si quereis saber más sobre esto: http://www.clubshisha.net/

Publicado por Jose Rodríguez en 16:41 0 comentarios  

Etiquetas: Tetería

Bacanal castiza

martes, febrero 10

He aquí el investigador de este blog con otra recherche sociológica sobre esa criatura tan extraña, el ser humano. En este caso se trata de una investigación sobre una de las costumbres más antiguas, la de la bacanal.

Representación arquetípica de una buena bacanal romana.
No se tenía que haber comido la caracola.

Una bacanal no es cualquier orgía. Además tiene que haber desenfreno y locura en cantidades consecuentes. Se cuenta que Baco llegó del este con una nueva religión, uno de cuyos misterios era una fiesta totalmente desparramada, máximo exponente del despiporre en aquellos tiempos. De hecho, la fiesta llegaba a salirse tanto de madre que llegaba a ser peligrosa. Encontrarse con las bacantes sin estar en la bacanal suponía que hiciesen con uno lo que les viniese en gana. Si alguien está pensando en que se tiene que parecer mucho a encontrarse con un autobús lleno de británicas en estado etílico celebrando una despedida de soltera se estará acercando al concepto, pero hay que pensar que mucha gente acababa esas noches visitando el Erebo. Y si alguien se está imaginando a Baco como una especie de Pocholo místico, tampoco va muy desencaminado.
Dejando a parte tonterías, las bacanales fueron perseguidas por los muy serios señores del senado romano, y finalmente finiquitadas por la sagrada iglesia catolica, y sustituidas por el carnaval. Lo que se había hecho era restringir al máximo la farra bacanal y sustituirla por una fiesta de inversión, en la que se podía dar la vuelta al orden social establecido, aunque, eso sí, solo una vez al año, bien lejos de los gobernantes y bajo el ojo de la policía (¿os suena de algo? ¿2 de Mayo?)

Bacanal mucho más divertida que la anterior. Mirad cómo se frotan los puercos.

Lector, si has llegado hasta aquí, te agradezco tu paciencia... veamos lo que sucede en Madrid.
Más allá del carnaval y el día de noche vieja, festividades oficiales, y por lo tanto no-báquicas, se ha ido produciendo un extraño fenómeno los últimos años. La gente va a la Puerta del Sol el día 30 de diciembre y hace... lo que hace. Lo más parecido que he visto nunca a una verdadera bacanal.
¿Cuánta gente había? Oí que más de un millón de personas. Todas ellas frotándose las unas contra las otras. Mucho. Y muy ebrias. Cuando intentamos entrar miré hacia atrás y les dije a mis compinches: "genial, vamos a frotar la cebolleta". Me miraron como a un loco.

Entiendase la esencia de todo esto: el desparrame.

¿Cuál era el motivo de esta insensatez? Eso es lo mejor de todo: no lo había. No era una fecha marcada, no era nada, la gente lo hacía PORQUE SÍ. Había espíritu de bacanal. La gente estaba ahí siguiendo una especie de creencia religiosa, la de emborracharse, y punto. Como no era una fecha oficial, lo que se estaba haciendo no era del todo lícito, pero la fuerza de la masa había hecho que la policía aceptara el hecho, y colaborara... Lo único que impedía era pasar a la Puerta del Sol con bebidas embotelladas o enlatadas, cosa que yo hice, porque había tanta gente que nisiquiera era posible parar a los que entraban o los que salían, ya que íbamos arrastrados por el poder del tumulto. Era la abolición del individuo y la colectivización del espíritu.

A todos nos suceden cosas así.

Antes habíamos estado tomando unas cervezas en Callao (que hasta ahí llegaba la cosa), y justo con las campanadas, que por cierto no fuimos capaces de escuchar, estábamos tratando de entrar en Sol. Cierto que ese momento lo pasamos un poco mal, porque había demasiada gente, pero a los diez minutos, cuando eso se empezaba a vaciar, encontramos un metro cuadrado al lado de la heladería Palazzo y allí nos hicimos fuertes. Fue en aquel momento cuando me di cuenta de que estábamos en una bacanal. No era solo el alcohol; el estar con tantísima gente, donde todo el mundo tenía una sola intención, la de emborracharse, creaba una especie de energía que me llamaba a la farra. ¡Evohé!

Era... inevitable...

Por desgracia, creo que era el único de los drugos al que le afectó la situación de esa manera. Los demás estaban jodidos por haber tenido que restregarse con la multitud, además de un poco molestos por la cantidad de líquidos desconocidos que nos habían echado desde las ventanas y la espuma de bote con la que nos había duchado un cachondo.
Allí nos vemos...

Publicado por n.S. en 10:37 0 comentarios  

Etiquetas: Locura

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